Hay una leyenda gallega en la que se cuenta que desde la zona de cabo Ortegal, San Andrés de Teixido y Estaca de Bares se puede ver una isla, que es Irlanda. Esta leyenda ancla sus raíces entre la fabula y la realidad, entre el mito y la historia. En la mitología celta existía una isla con el nombre Tir Na n´Og, la isla de la eterna juventud habitada por los seres invisibles, hadas y elfos. En la costa gallega cuando el sol cae sobre el mar dicen que se puede en los días de brumas esa isla. Ésta es la isla a la que se dirigen las almas después de la muerte. De ahí el refrán gallego sobre San Andrés de Teixido “vai de morto o que non foi de vivo”, ya que era uno de los lugares donde las almas emprendían su último viaje por las tenebrosas aguas del Atlántico. La búsqueda de esta misteriosa isla llevo a muchos navegantes a atravesar el mar. Según narran las leyendas Tir Na n´Og es un lugar maravilloso “donde los rayos del sol caen gentilmente a través de las hojas de los árboles, donde los pájaros cantan y los arroyos tintinean en una tarde de verano sin fin”. Dicha isla es citada también por los autores clásicos como las islas de los afortunados.
Con la llegada del cristianismo esta vieja creencia anclada en los pueblos indoeuropeos no desapareció, sino que se transformó tomando algunos elementos del paraíso de la religión judeo- cristiana. En esta línea sigue la misteriosa isla de San Brandán. Este monje irlandés se hace a la mar en dirección a la puesta del sol buscando una tierra sobrenatural, la isla de los santos. Después de tropezar con distintas islas y pasar incluso por el infierno, san Brandán y los demás monjes regresan a Irlanda aconsejados por un misterioso ser, pero habiendo visto ese maravilloso paraíso. Se ha creído en algunas ocasiones que esta isla pudo ser las islas Canarias. Pero también se dice que se trata de una ballena que se mueve por el océano, lo cual encajaría con la leyenda entre muchos marineros de una isla errante.
Esta tierra fabulosa fue conocida con el nombre de Avalon en las crónicas del rey Arturo. Es allí, según el ciclo artúrico, donde descansa el cuerpo mortalmente herido de Arturo custodiado por su hermana Morgana y las demás hadas. Las hadas son los seres del mundo invisible habitantes naturales de esta isla.
Créditos: detectivesdelahistoria.es
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