A partir de este articulo presentaremos tres entradas o publicaciones muy interconectadas entre si, la primera de ellas es esta que nos habla sobre la religión celta, posterior a esta publicaremos un articulo sobre los Druidas, quienes eran los sacerdotes o shamanes de los celtas, y finalmente hablaremos sobre un personaje mítico dentro de los pueblos celtas, un ser, hombre, que es mas que una leyenda o mito, Cathbad es su nombre, y es lo que podría llamarse como el archidruida propiamente dicho.
Julio César, el gran cronista y genocida de la Galia, afirmaba que los galos eran muy religiosos, aunque indicios indirectos nos hacen suponer que todos los celtas, no sólo los galos, participaban de ese fervor; un fervor panteísta. Para ellos los dioses habitaban en todas partes: cada árbol, lago, río, fuente y montaña tenía su espíritu y a su vez, las tribus tenía su propio nombre para cada dios o diosa, lo que implica que la mitología celta esté habitada por una gran cantidad de nombres. Como era peligroso nombrar las cosas sacras por su nombre verdadero, muchos apelativos pueden referirse indirectamente a una única divinidad.
Las fuerzas principales divinas eran las diosas madres, que regían la fertilidad, la abundancia, las cosechas y a veces estaban dotadas de atributos guerreros. A menudo aparecían en tríadas; el tres probablemente fuese un número mágico, pues varios dioses ostentan tres cuernos o tres caras. Muchas veces las deidades femeninas mostraban afinidades con animales, como Epona (diosa caballo). Entre los más prominentes dioses masculinos encontramos a Arduinna (verraco cazador), Lug (un dios de las artes y la música) o Cernunnos, el dios cornudo (divinidad de los animales). Existía una relación muy estrecha entre los humanos y la naturaleza, de la que emanaba una energía sobrenatural capaz de influir en la vida de los hombres, y que por tanto era necesario neutralizar o controlar.
En las fuentes clásicas, se nos insiste mucho en los sacrificios humanos, que normalmente se realizarían en rituales de adivinación con los cuales se intentaba adivinar el porvenir. La víctima era apuñalada en el pecho y por la forma en la que caía y se convulsionaba, el adivino leía el futuro. Es imposible establecer si los sacrificios eran un fenómeno muy común, ya que griegos y romanos pueden haber exagerado este aspecto para resaltar el carácter bárbaro de los celtas; aunque en muchos de sus santuarios se han encontrado huesos humanos junto a los de animales. Pero, además de la creencia en múltiples dioses, ¿qué idea tenían los celtas de lo que sucedía tras la muerte?. Lucano y César afirmaban que creían en la transmigración de las almas como los egipcios. En las tumbas es común la inclusión de ajuares funerarios formados por objetos de uso cotidiano, armas o joyas y alimentos, lo que nos parece indicar algo similar a un traslado de las almas a otro mundo y un posible retorno a éste.
Aunque no parece que existieran edificios religiosos, el ámbito sagrado estaba definido con zanjas o empalizadas que demarcaban el espacio sagrado donde se realizaban los sacrificios. Por lo demás, muchas ceremonias tenían lugar al aire libre. Se realizaban hoyos y pozos donde se depositaban objetos y animales que quedaban así expuestos a la luna y el sol, a las fuerzas de la noche y el día. También me gustaría resaltar que los monumentos megalíticos son anteriores a los celtas cronológicamente y que todo este movimiento neodruíco actual está totalmente equivocado; los celtas vivieron en la Edad del Hierro.
Creditos: oscurosh.blogspot.com
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